Se busca mantener en el tiempo la modalidad de trabajo en casa con dos proyectos de ley que actualmente cursan en el Congreso de la República. Por una parte, está el proyecto presentado por el Ministerio del Trabajo que pretende de manera permanente permitir el trabajo en casa como una opción ante “situaciones ocasionales, excepcionales o especiales”. El otro proyecto y que es presentado por miembros del Congreso, pretende regular “la organización laboral de trabajo en casa” pero siguiendo un camino muy distinto al del Gobierno Nacional. El proyecto propone fortalecer y modificar la Ley que regula el teletrabajo, esta vez, incluyendo una definición genérica de teletrabajador y haciendo un mayor énfasis en conservar la conciliación entre la vida familiar y laboral.
El teletrabajo es una forma de trabajo regulada en la ley desde 2008 y que exige unas formalidades para que pueda desarrollarse. Las formalidades más relevantes son: acuerdo por escrito en el contrato de trabajo, registro de los teletrabajadores a través de una comunicación escrita dirigida a los Inspectores de Trabajo o a la Alcaldía Municipal dónde no haya inspecciones, regulación dentro del Reglamento Interno de Trabajo, garantía de igualdad con los otros trabajadores, reconocimiento de auxilio que cubra los servicios públicos, un espacio de trabajo con escritorio y herramientas dispuestas por la empresa.
En todos los casos la preocupación radica en la manera cómo se garantiza el descanso necesario para que el trabajador recupere fuerzas y comparta con su familia, además de los costos y la estabilidad de la forma de prestación del servicio en caso en que el trabajador decida no continuar bajo la modalidad de trabajo remoto.
Una encuesta realizada por la Asociación Colombiana de Relaciones Industriales y Personal – ACRIP indica que para junio de 2020 el 98,8% de las doscientas empresas estudiadas habían implementado modalidades de trabajo remoto y el 76,2% de ellas están pensando en mantenerlo como una política empresarial. Estas cifras indican que las empresas encuentran en las tecnologías de la información una alternativa de trabajo presencial para resolver las necesidades tanto ocasionales como permanentes de desarrollo de las actividades laborales.

Para el Ministerio de Trabajo la forma de trabajo en casa solamente surge ante la ausencia de instrumentos jurídicos que permitieran a los trabajadores prestar los servicios desde sus hogares sin tener que cumplir con las formalidades propias del Teletrabajo. Con esta postura se ratifica al trabajo en casa como una figura excepcional para solucionar necesidades laborales que cada día parecen ser menos transitorias.
La inquietud queda en sí realmente las condiciones serán temporales y las herramientas ofrecidas satisfacen las necesidades tanto del trabajador como de la comunidad empresarial. Se reconoce que las figuras ofrecen ventajas que se mantienen en el tiempo, con o sin situaciones extraordinarias, y es que el trabajo remoto favorece a la población vulnerable como cabezas de familia y discapacitados, contribuye a la reducción de la contaminación y mejora la movilidad, ofrece a las personas ahorro en el tiempo dedicado al transporte y su costo asociado, además de que contribuye a la generación de empleo.
La principal preocupación para las empresas con el teletrabajo como modalidad permanente está en su vulnerabilidad más evidente: en cualquier momento el trabajador puede disponer del acuerdo y solicitar el cambio a un trabajo presencial en la sede del empleador. Esta condición expone a los empresarios en su planeación financiera pues aún así deben asumir las cargas de implementación del teletrabajo, implicando tomar decisiones respecto de sus activos fijos, al tiempo de invertir en puestos de trabajo en las casas de los trabajadores y en herramientas de seguimiento de tareas remotas.
Por parte de los trabajadores la preocupación está en que se sepa encontrar el equilibrio entre la vida familiar y laboral, encontrando dificultades para distribuir el tiempo entre el trabajo y otros aspectos de la vida, debiendo superar las tensiones que se presentan por tener en el mismo lugar el trabajo y un hogar por atender.